domingo, 26 de octubre de 2008

Soloh !


Borracho, muy borracho, cojo, sin plata, con frío, de madrugada, con sueño... igual llegué, y soloh !

sábado, 25 de octubre de 2008

Ríe

Me gusta verte reir. Sobretodo cuando yo soy él que te produce alegría. Me dices que te hago feliz y me esmero en mantener esa sonrisa. Cuando veo tu dicha tu cara se ilumina irrandiando esa luz a tu entorno. Por suerte, estoy siempre a tu lado y recibo ese resplandor que viene de ti. Una vez te dije que el llorar involucra mover la mayoría de los músculos de la cara, mientras que el reir solo significa mover dos o tres músculos. ¿Por qué mejor no economizar verdad?

Adoro cuando escucho tu risa. Celebras cualquiera de mis tonteras, lo que me da a entender que nuestra complicidad es algo que nadie más ve. Nuestros códigos, nuestro lenguaje, nuestras manías y nuestra forma de relacionarnos, es digno de envidia. Nadie más los tiene.

Piensas en mi, tanto como yo pienso en ti. Me extrañas de la misma forma en que yo te extraño. Vives con esa ansiedad que también domina mis ganas por estar a tu lado. Somos felices cuando estamos juntos. Reímos como niños, nos comportamos como dos adolescentes y lo pasamos bien.

Sin embargo, lo que me pone feliz es que nos quedan muchos días de sonrisas, arrumacos, besos no besos, terribles besos, cariños en la espalda, entre otras muchas cosas.

martes, 21 de octubre de 2008

Arriendo blog

Primera vez que yo no soy el que escribe en este blog.


Chokolate


A pesar de que pueda odiarte, al punto de no querer ni siquiera divisarte… en el fondo sabes el cariño y el amor que siento por ti… y es que ese cariño va mas allá de un simple gesto de querer compartir mi tiempo y mis días contigo…también se trata de la complicidad que se ha generado entre tú y yo… de que juntos volvemos a ser niños, jugamos e imaginamos las más grandes historias. Contigo puedo jugar y juntos hacemos volar nuestra imaginación. Me dijiste: “soy el rey de las tonteras”, pero cada una de esas “tonteras” ha hecho que poco a poco me conquistes, como hoy cuando apareciste de la nada con una fresa y un chocolate… siempre rememorando nuestra historia… historia que hemos construido día a día… paso a paso… lentos… pero espero que sean seguros.


Sabes que día a día lucho con mis contradicciones… y que a pesar de que me haces soñar y emprender un vuelo, sabes que me cuesta construir castillos en el aire… me dijiste "quiero ser tu arquitecto" y sé que serías capaz de hacer hasta lo imposible y lo más abstracto para verme feliz.


"Todo lo que hago es para hacerte reír" y aunque sea una niña taimada y caprichosa me conoces y sabes cómo consentirme. Me gusta compartir mis días contigo… me haces feliz… siempre y a pesar de todo logras sacar una sonrisa en mi. Hoy jugamos sin querer y a pesar de que a cada rato me repetías que tenias 26 años sé que te sentiste niño otra vez. Amo nuestras estupideces… y que la gente nos mire pensando que hacemos ridiculeces. Gracias por alegrar mis días y pintarlos de colores.


Que mejor para una Fresa que un Chocolate… recuerda que Costa lo dijo: “son la pareja perfecta”. Y como tú dijiste: "Costa siempre tiene razón…"

viernes, 17 de octubre de 2008

Te digo cosas lindas

Sé que cuando me miras se nota que me quieres. Hasta cuando me miras con cierta cuota de odio tus ojos delatan el cariño que sientes por mí. Y eso se nota mucho más cuando te hablo y diriges tu mirada directo a la mía. Incluso, a veces las palabras están de más y nuestros ojos hablan por si solos. Los silencios hacen que nos compenetremos mucho más, porque no basta decir nada para que sepas todo lo que siento por ti. Eso me gusta. En cambio a ti te gustan otras cosas. Eres feliz cuando te consiento y te digo cosas lindas. “Dime algo lindo”, me dices cada vez que te digo que me voy a dormir. Pero yo prefiero ser la última voz que escuches antes de ir a dormir.

Te encanta que te haga cariño en la espalda y te cuente historias cerca de tus oídos. Que te abrace por detrás y te de besos en el cuello. Doblas tu cabeza en señal de cosquillas o vergüenza, aunque sé que te gusta. Cuando paso mis dedos por tu espalda sé que cierras los ojos, dibujo las formas más abstractas en tu cuerpo, pero sé que las entiendes. Escribo y escribo en tu espalda y tratas de descifrar lo que quiero decir, eso nos gusta y nos hace reír.

“Como fresa para chocolate” es tu historia preferida. Y también la mía, sin embargo, ambos sabemos que tenemos tiempo para escribir más y más historias sobre nosotros.

lunes, 13 de octubre de 2008

Avisos clasificados

* Joven borracho y drogadicto cambia historias de amor por amor.

* Se permutan diferentes tipos de Bong's por vajilla utilizada por Luis XIV.
(No. Mejor no, ya que los Bong's no los cambiamos por nada)

* Se compra corazón ávido por amar. Se asegura excelente cuidado.

* Se ofrece recompensa a quien encuentre besos con sabor a manjar desaprovechados.

* Se arrienda espacio en cama de dos plazas sin uso. Preguntar acá

* Se busca asesora del hogar que cocine los días sábados y que haga el amor. El horario de esto último varía de acuerdo a las necesidades de los patrones.

* Si quiere ropa usada vaya al forestal. No se arrepentirá, porque su dinero servirá para comprar cervezas que también disfrutará.

* Se busca conserje que no permita la entrada al 201 de cualquier tipo que responda a estos nombres: Atrox, Alvarito, El Archienemigo, Alvaratrox, Juan Topo, entre otros.

* Se necesita cerrajero las 24 horas del día que esté atento a las perdidas de llave.

* Se busca escritor de graffiti que pinte en el suelo un estacionamiento que diga: "TEP". Uso exclusivo de las visitas de los equivocados. El desafío es que el espacio pertenece a la 9º Comisaría de Santiago.

* Se cambian dos inscripciones de gimnasio por 500 cheques de restaurant.

* Se reciben envases de cerveza.

domingo, 12 de octubre de 2008

Taxibineros de Chile

O8:00 AM. Pirque. Un botellón de ron. Millones de vasos de whisky. Frío. Sol Matutino.

Después de una entretenida noche en el cumpleaños del papá de una amiga, nuestra borrachera, como es costumbre, nos hizo tomar una decisión equivocada. A lo largo de la celebración nuestros cuerpos se habían convertido en unos envases de alcohol, y para más remate, seguíamos bebiendo a destajo. La cosa es que estábamos varados en el interior de Pirque –donde no llega locomoción- y no teníamos cómo devolvernos a Puente Alto. Así que nos armamos de coraje y acordamos regresar a casa como simples peatones, eso si, con un litro y medio de ron cola en un linda botella de Coca-Cola.

La odisea empezó mal. Mientras salíamos de la parcela de nuestra amiga, Gordo se las dio de Indiana Jones y quiso irse por unos matorrales. Lamentablemente su estado físico no lo acompañó, ya que terminó de bruces en el suelo al lado de un perro cabezón asesino. No importa. Eso no nos iba a amedrentar. Con una botella de alcohol todas las cosas se ven más claras.

Salimos de la entrada de la casa –un kilómetro como mínimo- y llegamos a la calle principal. Nuestra borrachera no nos hizo darnos cuenta que atrás nos seguía una camioneta de carabineros, por lo que los brindis con la botella de combinado eran de año nuevo en Valpo. Pero eso no les hizo gracia a los pacos. Repentinamente escuchamos la bocina y dijimos al unísono: cagamos. Los señores de verde se bajaron de su camioneta y nos pidieron nuestra cédulas de identidad. Mi estado etílico me condenó al fracaso, ya que fue imposible encontrar mi carnet y me subieron raudamente a la zapatilla. Pero los pacos fueron tan despistados como nosotros y no se dieron cuenta que subí conmigo el litro y medio de ron. Gordura no quiso quedarse solo en algún camino de Pirque y decidió asegurar que tampoco tenía carnet, así que al cabo de 1 minuto me hizo compañía. El trío de carabineros nos informó que nos llevarían a la comisaría de Puente Alto para consultar nuestro antecedentes. Nosotros felices, porque nos acercarían a nuestra respectivas moradas. El plan iba perfecto. Camino a casa, seguridad policial y tomándonos un roncito en la zapatilla de los pacos.

Luego de 20 minutos nos abren la puerta –con el ron escondidos entre las ropas- y nos bajan en la comisaría de Puente Alto. Pero sucedió algo inesperado. Nuevamente me pidieron el carnet y esta vez si lo encontré. Así que los pacos vieron mis antecedentes más limpios que mi conciencia y no tuvieron otra opción que dejarme en libertad. Guatón, en tanto, reconoció que tenía su cédula, revisaron sus papeles y también salió a la calle. Los pacos estaban ultra picados, ya que las hicieron de taxi y nos dejaron en nuestro querido Puente Alto. Con Guatón estábamos conformes y muy felices, así que decidimos seguir celebrando. Como eran las 10.00 AM los supermercados estaban abiertos y compramos unas cervezas.

Nos fuimos a una plaza del barrio para bajar la cebada. Pero el exceso de alcohol nos pasó la cuenta y terminamos durmiendo en el pasto de la misma plaza. El viento perdió mi lindo jockey y el sol nos achurrascó.

Fue el último carrete por nuestros barrios. Había que celebrar lo más callejero posible. Salud Guatón.

martes, 7 de octubre de 2008

Ojos bien cerrados

Stanley Kubrick tituló una película con el mismo nombre. Sin embargo, la historia a continuación es muy disímil al largometraje del afamado director. En mis “Ojos bien cerrados” no existe la negación, tengo bien claro lo que siento, lo que me pasa cuando la veo, lo que me produce pensar en ella, cuanto la extraño.

Sé muy bien que cierro mis ojos cuando la beso y también sé que ella los mantiene cerrados cuando me besa. Esto último se lo tuve que preguntar, porque nunca la veo cuando nuestros labios se chocan. Ya dije que mis ojos están cerrados, pero al momento de consultarle ella me aseguró que su miraba también se sumergía en un universo de besos y arrumacos.

Tener los ojos significa entregarte a la persona que besas. Darle un verdadero sentido al acto de compenetración entre las dos personas. Olvidarte del mundo que te rodea y enfocarte en entregar lo mejor que uno tiene en el beso. Confiar en que tu boca está en buenos labios y acariciar su rostro suavemente. Jugar con tu lengua y sentir su lengua en una contorsión de corte erótico. Y rozar como signo de satisfacción ambos labios.

Por eso cierro los ojos cuando te beso.

jueves, 2 de octubre de 2008

Porque Adolfa cree en el amor

Se acuerdan de esta historia que me hizo creer de nuevo...

Viejita, viejita buena...

y lo feliz que me puse cuando supe de esto...

No me falle 'iñora

pero hace pocos días leí esta noticia

Reinaldito resultó ser maricón. Porque este weón no es gay, sino que es maricón. Se aprovechó de Adolfita, quizás de su falta de amor y sus ganas de sentirse querida. ¿Para qué? Para quedarse con todas las luquitas que la anciana había guardado en su vida. Se comprometió a amarla, respetarla y quererla. Pero todo era una farsa. El muy maricón me hizo creer que de verdad amaba a la señora arrugada, que con sus arrugas y todo, igual registraba la vieja. Cuando supe de la historia, volví a creer en el amor, de verdad pensé que podían existir dos personas muy diferentes que querían estar juntos de verdad. Pero no, este weón salió maricón.

Cabe recordar, que Adolfa murió luego de 28 días de haberse casado e inmediatamente después de la luna de miel. Ojalá que por lo menos haya disfrutado del último sexo de su vida. Y Reinaldo quedó viudo.

Aunque creo que menos mal que Adolfa murió antes de que este otro saliera del closet. Ya que ella se puso el pijama de palo enamorada. Se despidió de la tierra (aunque paradojicamente está en ella) sientiéndose querida y amada. Cuando me acuerdo de ella creo en el amor, porque ella si que se enamoró, ella se entregó y ella amó. Y se sintió amada.

Un brindis por ti Adolfita. Porque todavía creo en el amor.