Hoy es viernes. Desde el martes me atacó un fucking resfriado que me ha tenido con fiebre, con una maldita tos de perro San Bernardo, congestionado (y no de tráfico) y estornudando sin la mínima posibilidad de taparme la boca. Por lo general salgo a carretear aunque sea un día a la semana entre lunes/martes/miércoles/jueves para no perder el ritmo digo yo. La enfermedad me ha impedido seguir la rutina. Hoy es viernes y me siento mucho mejor -si se resfrían consuman Gripasam, una pastillas cada ocho horas, y flor de remedio- pero tampoco saldré.
Habían full panoramas, entre los que destacan la soledad en la casa de ella, la azotea donde están C-A-V- K más prendidos que el grupo flama, carretes al mil por ciento y el siempre mal ponderado L&L. Pero no. Me quedé leyendo frente al pc, viendo "Blood in, blood out" (que la tengo que ver al menos una vez por mes), escuchando rap de Los Angeles y tratando de recordar algunos pasajes de mi anterior vida de chicano. Porque si no lo saben yo me re-encarné en lo que soy ahora, ya que antes fui un chicano. Otro dato: K en su vida pasada fue puerto riqueño que vivió en Chicago.
Continúando con mi noche de viernes, también hay que recalcar que comí tallarines, siempre los carbohidratos son necesarios antes de correr. Porque la principal razón por la que me quedé en casa fue que mañana tengo que ir a competir en una sana corrida familiar. Son miseros 5 kilómetros pero ante mi enfermedad pueden resultar todo un escollo. Espero cronometrar por lo menos 20 minutos con 35.5 segundos. O sea la mitad de lo que marqué en la Maratón 2008 de Santiago.
Ahora puse la alarma del celular, 08:30 horas, y dejé en silencio el teléfono porque como es costumbre pueden llamar más rato los cabros. Mañana tempranito a sudar la gota gorda.
PD: Cabe destacar que el sacrificio de dejar de beber durante dos semanas antes de la maratón de Santiago valieron la pena -aunque no se puede olvidar el entrenamiento diario-, porque en los 10 kilómetros marqué 41 minutos con 31 segundos. Entre los 6.500 competidores llegué en la posición 141 y dentro de mi categoría, varones entre 20 y 39 años, mi lugar fue el 68. Muy bien.
Ahora el 21 de septiembre me espera Buenos Aires para correr los 21 kilómetros de la maratón bonaerense y si todo sale bien a fin de año a España, también a correr.
Habían full panoramas, entre los que destacan la soledad en la casa de ella, la azotea donde están C-A-V- K más prendidos que el grupo flama, carretes al mil por ciento y el siempre mal ponderado L&L. Pero no. Me quedé leyendo frente al pc, viendo "Blood in, blood out" (que la tengo que ver al menos una vez por mes), escuchando rap de Los Angeles y tratando de recordar algunos pasajes de mi anterior vida de chicano. Porque si no lo saben yo me re-encarné en lo que soy ahora, ya que antes fui un chicano. Otro dato: K en su vida pasada fue puerto riqueño que vivió en Chicago.
Continúando con mi noche de viernes, también hay que recalcar que comí tallarines, siempre los carbohidratos son necesarios antes de correr. Porque la principal razón por la que me quedé en casa fue que mañana tengo que ir a competir en una sana corrida familiar. Son miseros 5 kilómetros pero ante mi enfermedad pueden resultar todo un escollo. Espero cronometrar por lo menos 20 minutos con 35.5 segundos. O sea la mitad de lo que marqué en la Maratón 2008 de Santiago.
Ahora puse la alarma del celular, 08:30 horas, y dejé en silencio el teléfono porque como es costumbre pueden llamar más rato los cabros. Mañana tempranito a sudar la gota gorda.
PD: Cabe destacar que el sacrificio de dejar de beber durante dos semanas antes de la maratón de Santiago valieron la pena -aunque no se puede olvidar el entrenamiento diario-, porque en los 10 kilómetros marqué 41 minutos con 31 segundos. Entre los 6.500 competidores llegué en la posición 141 y dentro de mi categoría, varones entre 20 y 39 años, mi lugar fue el 68. Muy bien.
Ahora el 21 de septiembre me espera Buenos Aires para correr los 21 kilómetros de la maratón bonaerense y si todo sale bien a fin de año a España, también a correr.