domingo, 29 de enero de 2006

De payaso a payaso

Cuando pensé un título para mi blog no quería escribir algo gracioso, original, de moda, vanguardista, ni mucho menos citar a algún personaje con el cual me identifico o me gustaría que los demás creyeran que me identifico. Muy por el contrario necesitaba una frase que resumiera la creación y contenido del blog. Es por eso que al momento de ver desfilar las seis palabras frente a mis ojos las capturé de inmediato y las encerré en las paredes virtuales de mi blogspot. Así “No creas todo lo que leas” se transformó en el título preciso para mis divagaciones mentales con un seudo carácter de columnista irónico/gracioso/asertivo/inteligente/natural. La cuestión es que sabía que había escuchado esa frase en alguna parte, pero lamentablemente no recordaba donde fue. Por momento creí haberla inventado yo, pero mi honestidad creativa sabía muy bien que me estaba engañando solo. De igual forma el título era ideal para mi blog, ya que acá se cuentan historias verídicas, inventadas, reales con un pequeño toque de ficción, pensamientos sin sentido, coherencias incoherentes –como una vez le inventé a Cevladé- y ninguna verdad absoluta. Sólo la mía.

En fin, el origen de “No creas todo lo que leas” era un misterio sin resolver, si la oración tuviera cara debería estar pegada en las cajas de leche o aparecer en el mítico programa de televisión donde mostraban el rostro de los delincuentes terminando el show con una recomendación tenebrosa, que decía algo así: “Fíjese bien en la cara de este prófugo... ya que lo puede ver en la calle, en el supermercado y hasta puede ser su apacible vecino”.

Sin embargo, la frase retrocedió en el tiempo y volvió a escaparse de la boca de su primer interlocutor. El zapping televisivo me llevó a detener mi dedo en el canal TNT donde pasaban por enésima vez la película “Patch Adams”, esas películas que puedes haber visto mil veces pero de igual forma te quedas mirándola nuevamente. Parche ya estaba en la escuela de medicina, dejando atrás su pasado en un hospital psiquiátrico –como paciente-, por lo tanto sus calificaciones pasaban a ser una preocupación. Fue en la escena donde Carin –la rubia que despreciaba a Parche en un principio- vio como el payaso de la clase, en esta caso Patch sacó las mejores notas de la promoción sin verlo estudiar demasiado, en cambio ella apenas logró superar la mínima exigencia de notas, a pesar de desvelarse con los libros de medicina. Fue ahí cuando Parche le dice algo así como: “Uf... pasamos”, a lo que Carin responde: “Sí. Quizás no fue la calificación perfecta como la tuya, pero igual logré pasar”, entonces él responde: “No creas todo lo que leas”.

Increíble. Eso significa que la frase fue donada por un payaso a otro payaso. Puede que no tenga los fines altruistas del médico bufón, pero el ser payaso es una profesión que me gustaría tener. Por lo tanto me siento muy orgulloso de extraer la frase de un personaje tan maravilloso como Patch Adams. Y recuerda... no creas todo lo que leas.

domingo, 22 de enero de 2006

Desde el lunes

El 1 de enero me quito de fumar y me apunto a un gimnasio y aparco los vasos os lo juro, promesa incumplida como todos los años, acabar impregnado de tragos hasta el culo, os lo aseguro”, canta Hate de Violadores del Verso. Una rima que se me vino a la mente cuando pensaba que mañana si que si. Ya que he dejado de subirme a mi bicicleta sólo por el placer de pedalear y transpirar, he aumentado la cantidad de cigarros al día, he abandonado mi afición por el fútbol –aunque a decir verdad esto último se debe a una falta de quórum-, los trámites que debo hacer los he pateado con el pasar de los números del calendario, el itinerario de las vacaciones se ha quedado sólo en proyecto. Pero todo cambia desde mañana. Apuesto lo que se quiera a que Hate escribió esa rima en el preciso momento en que el 1 de enero caía día lunes. Como Van Gogh me cortaría una oreja apostando. Siempre nuestro primer día de la semana laboral es la fecha clave de algún propósito personal. “Desde el lunes dejo de fumar” ha sido una de las frases que más he escuchado en mi púber vida. ¿Pero por qué?. Quizás el lunes tiene un significado simbólico que todos utilizamos a cabalidad, debe poseer una carga conceptual que lo transforma inmediatamente en nuestro punto de partida. Se metaformosea en la mujer que baja los brazos o deja caer el pañuelo en las carreras de autos de Grease. ¿Por qué nuestras intenciones no las concretamos desde el momento en que las pensamos?. Tenemos que darnos un tiempo para disfrutar el último cigarro, para hacer zaping en vez de pedalear colina arriba, creo que es una falta de compromiso ante el plan que se tiene en mente. Por mi parte desde mañana lunes disminuyo mi cuota de cigarros al día. Y lo más seguro es que Hate siga gordo y fofo, fume una cajetilla diaria y beba más alcohol que nunca. Porque ese día lunes se propuso postergar sus promesas hasta el próximo lunes.

lunes, 16 de enero de 2006

Gané pero no gané

Como diría Joaquín Lavín en su proyecto por mantener las cárceles llenas de delincuentes, usando la represión en vez de la educación, “la tercera es la vencida”. Y este año así fue. Después de mi tercera votación por fin el candidato por el cual voté ganó. Cuando se eligió alcaldes y concejales mi voto fue dado al candidato del partido socialista, pero para mi mala fortuna el ignorante pueblo puentealtino alzó como ganador a Ossandon. Posteriormente voté por los representantes del Pacto Junto Podemos y nuevamente mi elección, Tomás Hirsch, no se adjudicó la banda presidencial. Ayer en mi tercera visita a las urnas tuve que votar por el mal menor, es decir voté por Michelle Bachelet, el fenómeno mediático que emergió como la espuma en los últimos años. Obligadamente tuve la obligación de continuar el gobierno de La Concertación, ya que era preferible que continuaran estos tipejos a ceder el mando a un sujeto ¿simpático?. Me pregunto como la gente es tan tonta y se deja engatusar sólo por el carisma de los candidatos, en vez de informarse por los planes de gobierno que éstos mismos presentan. Como me dijo una vez un profesor sería muy ingenuo pensar que la candidatura de Piñera es sólo un efecto comunicacional y que no esconde intereses económicos de las familias más poderosas de nuestro país. Además de las ambiciones de grandes consorcios económicos que buscan comprar, comprar y comprar. Me da pena saber que entregué mi voto a alguien que personalmente creo no se lo merece. Pero también me da una pequeña luz de alegría el enterarme que la derecha no se dejó caer en La Moneda. Que de alguna u otra forma nuestros votos descontentos ayudaron a mantener alejados a los buitres populistas neoliberales de Renovación Nacional y de la Unión Demócrata Independiente del mando del país. Gané pero no gané. También tengo ese bichito de quedar en la historia al haber votado por la primera mujer presidente de Chile, pero eso es sólo una anécdota que como diría Guarello queda en los libros de estadísticas. Prefiero continuar parado en la misma mierda que entrega La Concertación a hundirme en el mar de caca que prometía La Alianza por Chile. Gané pero no gané. El mal menor se queda con la casa de gobierno. Es como una fucking victoria moral, una fucking victoria de ver a los fascistas alejados del timón del barco. Ahora a esperar 4 años más, a esperar que la gente despierte de su letargo mental, a esperar que la gente no se deje engatusar por gente simpática, a esperar que la gente salga de la ignorancia política.

lunes, 9 de enero de 2006

Dos palabras tras las rejas

Como si dos dedos apretaran fuertemente tu garganta, como si la cuerda del ahorcamiento ya estuviera en tu cuello, como si tus manos no fueran lo suficientemente poderosas para sacar la piola, como si vieras sumisamente la bolsa en tu cabeza. Es lo mismo. Las palabras son incapaces de escapar con verdadera sinceridad. Sólo tres silabas escondidas tras dos palabras que mueren por asfixia al no sentir oxigeno. Una vez se fugaron de la boca pero sabías muy bien que volvieron al enterarse que su libertad no tenía sentido. Flotaron un par de segundos en al aire, observando el jadeo de la receptora que se emocionó con verlas suspendidas en el ambiente. Pero ella sabía muy bien que pronto se iban a desvanecer al momento de pararse de la cama. El cuestionamiento sobre su real significado es la mayor de las trabas de la su reclusión, la espontaneidad y entrega se ven relegados al último rincón por detrás del raciocinio. Muchas de tus amantes estuvieron al límite de darles la libertad, de convertirse en las mejores abogadas capaces de quitarlas de la sombra. Pero no. Los grandes barrotes de la incapacidad amatoria enclaustraban los deseos de ver el sol, las ambiciones de las palabras por respirar aire puro y ser escuchadas por alguna mujer. No es un castigo, tampoco un veredicto. Sino más bien la posibilidad de dejar en el pasado la oscuridad del silencio y esa mudez de sentimientos que se escondían cuando estabas con alguna. Pero es mejor no forzarlas y esperar pacientemente que cumplan su sentencia. Por el momento 23 años y un día. Ese día que espero llegar con ansías, pero para mi mala suerte nunca se sabe cuándo llegará ese día. La destinataria ya aparecerá, ojalá que reciba con alegría las palabras y no las haga arrepentirse de salir de su encierro.

martes, 3 de enero de 2006

Asesino/Asesinado en serie

Fueron cinco en tres horas. Quizás cinco a secas sea una cifra que no tenga mucho significado, pero si la adecuamos a un determinado contexto puede tener mucha o muy poca incidencia, todo depende del lente que se utilice para mirar. Fueron cinco en tres horas. Cinco asesinos placenteros y silenciosos que atacaron impunemente mi salud. Pero que a la vez calmaron unas ganas irracionales de quitarles la vida uno a uno. Ahora mi cuerpo es el que sufre las consecuencias de tales homicidios, asesinatos que devolverán la mano en un futuro que se aproxima junto con el humo testigo de los hechos. El primero tuvo lugar camino al Metro. El tibio sol de las 09:00 AM me invitó a emprender viaje a la estación más cercana a mi morada. Una hora muy anormal para cometer la acción de sangre, ya que el cuerpo todavía no asimila la sensación de estar caminando bajo el mañanero sol que quema las calles recién salidas de su sueño nocturno. El arma del crimen se desliza suavemente del bolsillo trasero del pantalón, una prueba tangible que un experto sicario borraría inmediatamente del mapa, pero que inexplicablemente uno guarda nuevamente en el bolsillo trasero del pantalón. Con seguridad Jack “El Destripador” la lanzaría al río más frío que cruza las calles de Londres, claro él es un experto. Sin embargo, nos parecemos en la fascinación por cometer los homicidios, pero su modus operandi nos aleja de esa pequeña similitud inicial. Se realiza el disparo, dejando como resultado fuego y humo que no me preocupo de ocultar. Sino más bien, acompañan silenciosamente el caminar presuroso de la conciencia sucia que recién se tiñe más de negro. El entorno ignora por completo el acto delictual en desarrollo sin prestar la más mínima atención al asesinato que tienen enfrente de sus ojos. Puede que omitan el escándalo por ser unos homicidas en potencia, pero para su desgracia desconocen ingenuamente su caminata a recibir la inyección letal. También existe la posibilidad de no escuchar las plegarias para detener la acción, ya que mis oídos recibían sólo los beats que lanzaban mis audífonos. La cosa es que el hecho ya estaba consumado. El viaje en Metro no ocultó la enfermiza desesperación de saciar la sed de venganza y tomar por segunda vez el arma del delito. Una vez terminado el último escalón el paso de la gente no mermó en absoluto el parkinson homicida. Así se oyó –quizás los demás transeúntes- otro disparo. La misma historia se repitió en 3 ocasiones más, lo que me convierte en un asesino en serie que no calmara sus instintos hasta encontrar la muerte. Ese silencioso, pero placentero, deceso que los años ayudan a tejer. Quizás algún día deje de fumar. Quizás.

domingo, 1 de enero de 2006

La ambición

Miro por el espejo retrovisor y veo un pasado teñido de rupturas, decepciones, engaños e idealizaciones. Las luces que se reflejan en mis ojos impiden ver la silueta que camina hacía mi, perdiéndose así entre los grados de alcohol que conducen mi vida. Copiloto insaciable que llama a la desinhibición amatoria y al escupitajo de palabras no filtradas por el raciocinio. ¿Pero dónde estás?. Esa luz no alcanza a despejar la oscuridad de mi soledad. Te necesito al lado. Quiero ver películas un domingo por la tarde abrazado a ti. Necesito leer mensajes de texto que digan “Te amo”. Sueño con ver tu foto en el velador que descansa en mi pieza. Me es necesario estirar la mano para prender tu cigarrillo después de haber recorrido tu cuerpo. Quiero bailar con una mujer deseando que esa mujer fueras tú. Quiero que cocinemos juntos ese arroz con ensaladas. Sería feliz viéndote dormir en mi cama. Quiero responder “sí” cuando me preguntan si estoy enamorado. Sólo quiero escuchar como fue tu día, maldiciendo dentro de mi el no haber estado junto a ti. Quiero paralizar el tiempo cuando estoy contigo, rezar al dios cronos y pedir que haga eterno los momentos que siento tus caricias. Todo eso quiero. ¿Pero quién eres?. ¿Dónde estás?. Ya te voy a encontrar.