martes, 30 de agosto de 2005

Cuestionamientos dominicales

Las personas ven en el año nuevo una oportunidad para remediar sus errores, para cambiar alguna actitud o simplemente para inyectarse de ánimo, es por eso que el dicho “año nuevo, vida nueva” calza a la perfección con esta fecha. Ven el cambio de año como la posibilidad de dejar una etapa atrás y emprender una nueva empresa. Por eso a veces creo que el ser humano necesita una especie de incentivo que te empuje a realizar cambios de folio, es decir se precisa de alguna meta simbólica que marque la transmutación. Es por eso que el día lunes es un día que tiene muchas promesas que por lo general nunca se cumplen. Sentado y ya después de haber tomado la última once de la semana cuestionas tu actitud frente al mundo, tus comportamientos, tus hábitos, todo. Te prometes a ti mismo que dejaras de fumar porque sabes que en un futuro tu cuerpo te pasara la cuenta, escribes en tu cabeza que desde mañana comienzas a hacer ejercicio para deshacerte de toda la grasa sobrante de tu físico, organizas toda tu jornada con tal que de que el estudio sea una prioridad, afirmas que cambiarás la forma ciertas manías y le hablarás a la chica de la micro, todo en un segundo frente al televisor. Me parece que el lunes es el día que contiene la mayor parte de los sacrificios de las personas, pero que casi nunca llegan a concretarse. Pero cuando suena el despertador lo primero que piensas es que debes comprar una nueva cajetilla de cigarrillos porque los del sábado ya se acabaron, te da lo mismo la serie de ejercicios prometida y te acuestas a comer a la primera oportunidad que se presenta, da lo mismo si estudias o no y prefieres leer ese libro tan bueno que encontraste en biblioteca y sigues siendo el mismo weon de siempre. Ahahaha... y cuando ves a la chiquilla de la micro que tanto llama tu atención, sabes que es reciproco, subes el volumen de tus audífonos y la ignoras por completo. O sea todas las mandas del domingo por la noche se van al tacho de la basura. Mejor sigue viendo Sex and the city y ríe de los problemas de newyorkinos y así te duermes pensando que siempre hay alguien más enrollado que tú.

viernes, 26 de agosto de 2005

Cuestionario de Proust

Según cuenta la historia cuando Proust era joven se tenía la costumbre de contestar una serie de preguntas acerca de si mismos por escrito. Se supone que él contestó dos cuestionarios y el segundo de éstos ha quedado en el inconsciente colectivo de todos. Yo también contestaré dicho cuestionario...

¿Cuál es el defecto propio que deplora más?.
Mi forma estúpida de querer levantar la voz o hacerme notar cuando estoy interesado en alguna mujer.

¿Cuál es el defecto que usted deplora más en los otros?.
La irresponsabilidad.

¿Cuál es su estado mental más común?.
La risa.

¿Cómo le gustaría morir?.
Recordado por los demás.

Si después de muerto debe volver a la tierra, ¿convertido en qué persona o cosa usted regresaría?.
Reencarnado en algún nieto para tener la posibilidad de ser hijo de mis hijos.

Y si pudiera escoger un personaje de ficción, ¿cuál escogería?.
Pirulete de Barrabases.

¿Cuál es su mayor extravagancia?.
El tener guardados cuadernos de mi educación básica.

¿En qué ocasiones miente?.
Cuando me conviene.

¿Qué persona viva le inspira más desprecio?.
No lo sé. Respondería Augusto Pinocher, George Bush, pero a decir verdad no lo sé.

¿A qué persona viva admira?.
A nadie.

¿Qué palabras o frases usa más?.
Ahora uso mucho "filete" (gran contradicción porque no como carne).

¿Cuál es su idea de la felicidad perfecta?.
Junto a una mujer, viendo como corren mis hijos, leyendo un buen libro mientras escucho un disco. Que mis hijos lean algún libro escrito por mi. En la noche bebiendo y riendo con mis amigos.

¿Cuál es su mayor miedo?.
La muerte de mis padres.

¿Cuál es su mayor remordimiento?.
Cuando miento y me conviene.

¿Cuál es la virtud más sobrevalorada socialmente?.
La solidaridad en ciertas fechas.

¿Qué le disgusta más de su apariencia?.
Mi sonrisa y eso es malo porque tiendo a sonreír mucho.

¿Cuáles son sus nombres favoritos?
De mujer: Aurora.
De hombre: Tómas.

¿Qué talento desearía tener?.
Cantar bien y tocar el piano.

¿Qué le desagrada más?.
Conversar forzadamente con alguien.

¿Cuándo y dónde ha sido más feliz?.
Me es más fácil recordar los momentos en que he sido infeliz y que son una minoría.

Si pudiera, ¿qué cambiaría de su familia?
Nada.

¿Cuál es su mayor logro?.
Supongo que algún gol.

¿Cuál es su posesión más atesorada?.
Mis discos. Porque después quiero enseñarles a mis hijos lo que yo escuchaba.

¿Cuál es la manifestación más clara de la miseria?.
La muerte por hambre.

¿Dónde desearía vivir?.
En cualquier lugar donde pueda estar tranquilo, donde puede fumar mirando el mar, pero que a la vez no me aleje tanto de la ciudad.

¿Cuál es su pasatiempo favorito?.
Comer en la cama y tener relaciones sexuales. Diferenciemos hacer el amor a tener relaciones sexuales.

¿Cuál es la cualidad que usted aprecia más en una mujer?.
El humor y que me den ganas de escuchar lo que me cuenta.

¿Cuál es la cualidad que usted aprecia más en un hombre?.
La misma respuesta anterior.

¿Cuál es su héroe de ficción favorito?.
El hombre araña. Porque es un weon súper humano. Marie Anne no lo pesca mucho, se siente culpable por la muerte de su tio, en fin me gusta la humanización que tiene El Hombre Araña. Además creo que su sentido aracnido es increible.

¿Cuáles son sus héroes en la vida real?
No tengo.

Ya que tuviste la oportunidad (o suerte, digámoslo) de leer mis respuestas ten la decencia de copiar/pegar las preguntas y responder el cuestionario en los comentarios de este estúpido blog.
Si leiste por favor responder. No me importa si no quieres dar tu nombre, yo sólo quiero leer respuestas.

Link recomendado:
http://sololiteratura.com/bol/bolamisccuestionario.htm Mientras leía algo sobre uno de mis escritores favoritos, Roberto Bolaño, encontré este cuestionario. Él me inspiro a responder las preguntas. Si quieres saber las respuestas de este escritor haz doble click en el vínculo.

viernes, 19 de agosto de 2005

Quiero

Quiero volver a ver tu cara por la mañana, quiero despertarte nuevamente con un beso, quiero que seas tú la primera fragancia del día, quiero estar desnudo a tu lado, quiero verte dormir, quiero escuchar el sonido de tu respiración, quiero imaginarte antes de ir a tu encuentro, quiero desvelarme con tu presencia, quiero dormirme con tu imagen, quiero que seas la última cara antes de cerrar los ojos, quiero que des vueltas en mi cabeza, quiero besar todo cuerpo, quiero que beses todo mi cuerpo, quiero hablarte al oído, quiero sentir tu lengua en mi oreja, quiero recorrer tu figura con mi mirada, quiero apretarte contra la muralla, quiero sentir tus piernas en mis brazos, quiero levantar tu falda y palpar tu ropa interior, quiero desvestirte poco a poco, quiero cansarme de tanto repetir te quiero, quiero rozarte con mis dedos, quiero ver tus ojos en mis ojos, quiero cerrar los ojos y saber que estás ahí, quiero permanecer en silencio mientras te veo, quiero gozar con tu presencia, quiero fumar acostado junto a ti, quiero tus pechos contra mi pecho, quiero que toques mi espalda, quiero que me dejes tocarte, quiero verte desnuda en mi cama, quiero ver como apoyas tu espalda en la cama cuando saco tu ropa interior, quiero que me cueste desabrocharte el sostén, quiero verte sonrojar cuando te toco, quiero verte cerrar los ojos, quiero maravillarme al verte sin ropa, quiero escuchar el sonido de la cama, quiero observar tu cuello estirado hacía atrás, quiero que me desordenes el pelo, quiero ver tus manos en mi cuerpo, quiero ver tus ojos en mi ombligo, quiero me mires hacia arriba, quiero que me muerdas la lengua, quiero jugar con tus pezones, quiero explorar las curvas de tu figura, quiero que nos besemos sin abrir los ojos, quiero oír tu jadeo descontrolado, quiero ver como te muerdes los labios, quiero sentir tus labios en mi, quiero estar dentro de ti, quiero lanzar nuestra ropa a cualquier lugar de la pieza, quiero que no encontremos nuestra ropa, quiero apoyarme contra tu espalda, quiero arrodillarme frente a ti, quiero sentir tu pierna en mi hombro, quiero que mi boca sólo llegue a tus pechos, quiero inmortalizarte en mis recuerdos, quiero hacerte parte de mi, quiero ser parte de ti, quiero reír en tu almohada, quiero que vistas mi polera, quiero que acaricies mis manos, quiero conversar transpirado, quiero...a decir verdad no sé si quiero.

Link recomendado:
http://www.manray-photo.com
Fotógrafo yankee perteneciente al movimiento dadaísta estadounidense, y que también puede catalogarse dentro del surrealismo europeo. Creo que era compadre de Duchamp.
Tiene trabajos bastante interesantes. Si puedes visitar la web hazlo.

domingo, 14 de agosto de 2005

¿Cuál es el color de tu corazón?

“¿Cuál es el color de tu corazón?”, decía el coro de una de las tantas canciones de sound que en algún momento plagaron programas de tv, radios fm y que los señores micreros se encargaron de difundir. Hoy ese coro se ajusta más que nunca al espíritu solidario reinante en la sociedad. Hoy en el diario leí que la Universidad de Chile hizo un estudio sobre cómo perciben la solidaridad los jóvenes chilenos. Leí respuestas muy acertadas. Afirmaron que los planes para “ayudar al necesitado” son pequeñas dosis de anestesia para paliar el sentimiento de culpa. Es decir, nos vamos una semana al sur para construir un par de mediaguas y así me libero de la actitud egoísta que mantengo durante todo el año, o voy al banco de Chile los días que dura la Teletón y los otros 363 días del año ignoro los problemas de los minusválidos. Eso es, una pastilla de bondad por unas cuantas horas y san se acabo. Como dije antes, si bien sus respuestas me sorprendieron mucho, su actitud no se condice con lo que piensan, ya que razonan bien pero no hacen nada por cambiar los hechos. “Comunistas de café”, me dijo una vez un profesor. Me reí mucho. Volviendo al tema. ¿Se han dado cuenta de la nueva forma de ser solidario?. “Compra tu pulsera roja y ayudarás a los ciegos, compra tu pulsera verde y ayudarás a los cojos, compra tu pulsera color caca y ayudarás a los estiticos, compra tu pulsera color semen y ayudarás a los que sufren de eyaculación precoz”... y un largo etcétera. En fin, elige tu color preferido y ayudarás a los que se identifican con el tono. Pero que no se te olvide nunca llevar tu pulsera, ese el símbolo que representa tu solidaridad. Trata que todos vean tu pulsera para que todos también vean lo bueno que eres, muestra el color de tu pulsera y muestras el color de tu corazón. Ya nadie quiere ayudar sin compromiso, deben saber que ayudaste porque de esa manera demuestras lo altruista que eres. No hay que ser dadivoso en el anonimato, si se enteran los demás ayuda en tu curriculum de buena persona. Seamos buenos, pero no nos quedemos callados. Porque eso de gritarle al mundo que ayudas no lo haces para motivar a los demás, sino que lo haces por tu ego y para moldear tu carácter de ser humano con una gran preocupación por los que sufren. Y ahora en verano vamos a ver más pulseras, ya que las poleras nos van a delatar lo buenos que somos. Yo por mi parte uso la pulsera color pichi de guagua, eso significa que ayudo a las personas que no pueden sacarse los mocos de su fosa nasal izquierda con el dedo índice. Súmate a mi causa y erradicaremos los mocos de la fosas nasales izquierdas. ¿Y cuál es tu color?.


Dato para leer:
La columna de Gonzalo León del diario "La Nación Domingo". La pueden encontrar haciendo click en la sección "A sangre fría" del matutino. En http://www.lanacion.cl
Se los recomiendo. Me cago de la risa todos los domingos.

miércoles, 10 de agosto de 2005

Casa del terror. Segundo tramo

Ya aceptado en el pequeño circulo familiar debes tratar de mantener esa imagen celestial y de yerno modelo. Ser querible por todos los componente familiares, desde el papá gruñón y sobreprotector hasta el tío bueno para la talla. Esa es la meta más próxima a cumplir. Aguantar todos esos chistes pasados de moda que el hermano de tu suegra dispara sin gotas de compasión; soportar los constantes juegos del hermanito de tu novia, ayudarle a hacer sus tareas, acompañarlo a comprar y mirar con entusiasmo sus cuadernos de colegio; disimular a la perfección lo mal que te cae el hermano mayor y escuchar el cómo debes cuidar a su hermanita. Él es un tipo que nunca puede enterarse de tu pasado (y presente digámoslo) libidinoso, aunque después de un par de meses su hermana pase a un segundo plano y compartas largas noche de alcohol junto a tu cuñado. El comer por primera vez con la familia completa de tu chiquilla es uno de los obstáculos más difíciles que nos pone esta vida. “Ya... está servido”, dice tu adorable suegra. Tienen que saber de inmediato que tus modales son extraídos del Manual de Carreño, por eso hay que demostrar tu higiene. “Permiso... voy a pasar a lavarme las manos antes de sentarme”, dices con tu gran voz varonil, a pesar de que en tu puta vida lo has hecho. Es más, si te pica un glúteo y estás solo te lo rascas con total entusiasmo y fácilmente después vas y tomas una manzana a pesar de tener tu mano con olores anales. Ni ahí. Te lavas tus manos, que nunca habías tenido tan limpias, y te dispones a sentarte en la mesa. Ves como llega el plato a tu pequeño metro cuadrado y observas con asco el gran pedazo de carne que tienes enfrente. “¿Por qué chucha no les dije antes que soy vegetariano”. “¿Cómo cresta se los digo”?. Piensas con una gran sonrisa en la boca. Te das cuenta que tu polola no quiere tirarte el salvavidas, pero démosle el beneficio de la duda, quizás no se acuerda. De igual forma comes, pero sin tocar en lo más mínimo el animal muerto que yace en tu plato. Y para peor suerte, en la mesa abundan los vegetales cocidos, justo como no te gustan. “No tiene mucha hambre”, dice tu cuñado. A lo que afirmas: “No. Es que acabo de comer en casa”. Llegó la hora de los bebestibles. De reojo observas que hay bebidas y vino. Piensas: “Si pido bebida, voy a quedar como niñito bueno e ideal. Pero si no tomo vino, puedo perder una oportunidad dorada de entablar algún vínculo con el capo de la familia”. Decides aceptar bebida, pero si tu suegro te invita a acompañarlo a beber la sangre de dios, acéptalo con timidez. Pero nunca olvides de decir: “Ya. Pero un poco no más. Es que no estoy muy acostumbrado a tomar”.

Ya superado el obstáculo de la cena, se aproxima la sobremesa. Esa conversación que algunas familias suelen tener después de engullir su alimento. Maldición, esta familiar si tiene esa costumbre. Si te paras a fumar tu tradicional cigarro, les harás un desaire al clan. Lamentablemente te dan ganas de ir al baño, pero esta vez no es para ir a lavarte las mano, sino más bien para descargar tu vejiga de tanta orina. El baño no está tan lejos del comedor, por lo tanto el ruido del chorro de pichi a la taza del inodoro puede ser una vergüenza de proporciones bíblicas. A eso se suma tu gran potencia y la máxima presión de tu pene, similar a una manguera de bomberos. Por eso no puedes descargar tu cuerpo de forma sutil. ¿Qué haces?. Hay tres opciones. La primera es dejar correr de forma descarada la llave del lavamanos, así quizás escuchen el cómo cae el agua por las tuberías y tu meado puede pasar sin pena ni gloria. Tiene su contra, ya que pueden pensar “¿por qué no cierra la llave este desgraciado? ¿se estará duchando el muy weon?”. Lo segundo es dirigir tu chorro de orina exclusivamente a las paredes del w.c., de esta forma el impacto de tu pichi con el agua se puede apaciguar con un filtro de loza. Acá debes tener buena puntería, porque si no aciertas en las paredes lo más probable es que orines fuera de la taza del baño ensuciando todo el cuarto. Y eso es mucho peor a que te escuchen. Si ya eres un discípulo de James Bond, y quieres sacar a relucir todo tus dotes de agente encubierto la tercera opción es la tuya. En esta posibilidad debes buscar el papel higiénico y cortar muchos cuadraditos por el prepicado que el rollo tiene. Posteriormente, con la sangre fría de un médico, los debes ordenar cuidadosamente encima del agua del inodoro. Dejarlos caer suavemente hasta tapar complemente el liquido y formar una capa de confort para apaciguar el sonido del chorro de pichi. Así meas encima de la capa de papel higiénico y no encima del agua. Ya si eres muy cuidadoso combina las tres posibilidades. Ojalá que mientras estés haciendo tus necesidades no se te escape un peo, porque ya no hay nada que te pueda salvar.

miércoles, 3 de agosto de 2005

Casa del terror. Primer tramo

Una relación consta de distintas etapas que tienes que superar con el transcurso de los meses. Antes que todo se encuentra el primer beso. Ese intercambio de saliva placentero que te conecta por vez primera con tu pareja, el rozamiento de labios que te lleva a cerrar los ojos y te traslada a otra dimensión. Posteriormente viene el manoseo apurado y pasional para pasar enseguida a la conexión completa. Pero ese será tema para otro texto. También tienes que presentar a tu mujer al grupo de amigos, esperar que les caiga bien a tus compinches, porque la aprobación de ellos te libra de muchos conflictos. Por otro lado, viene tu presentación al círculo de la chiquilla. Hacerse el simpático, tirar los chistes que sabes que causaran furor, tener alguna conversación seria y profunda con alguna de las amigas de tu novia donde demuestres tu inteligencia y sensibilidad son cosas que nunca fallan. Si lo haces bien se despiden de ti con la frase: “podrías venir de nuevo”, en cambio si el plan es un fracaso sólo escucharás un frío: “chao”. Pero sin duda el peor de los suplicios es ir a enfrentar a la familia de tu novia. ¿Nombre peliculesco no?. Aventurarse en la mansión del terror, en la fortaleza donde todos los ojos irán dirigidos a ti sin compasión alguna. Padres, hermanos, tíos, primos, abuelos, vecinos, todos ellos convertidos en jueces con la misión de juzgarte. ¿Así que tú eres el weon que se acuesta con mi hija?, ¿tú eres el pelotudo que mancilla el honor de mi princesita?, ¿tú fuiste el culpable de sacarla de su niñez?, son las preguntas que se leen en los ojos furiosos de tu suegro, pero cordialmente él te saluda con un tosco “hola”, mientras aprieta fuertemente tu débil mano. No sabe que su hijita ya tiene mucho camino recorrido. “Hola tío. Un gusto”. Es la única frase que sale de tu boca. Obviamente a la mamá de tu chiquilla la saludas con un apacible beso en la cara, por lo general tienes más feeling con las suegras. Te sientan en la silla eléctrica comenzando un interrogatorio digno de la KGB. Ya saben lo que estudias, tu seriedad en el compromiso, lo mucho que quieres a su hija y que crees firmemente en llegar puro y casto al matrimonio. Nunca osarías poner una mano encima de su adorable bombón. Aunque ya te sabes el cuerpo de memoria, aunque ya no exista lugar de su físico por donde tu lengua no haya pasado, aunque has pasado tardes enteras conversando y viendo tv desnudo junto a su virginal consentida. Pero nunca olvides de repetir en innumerables veces... lo mucho que quieres y respetas a su hija. Planteas que tus metas son altas y tus horizontes de vida se extienden más allá de lo que ellos sueñan para su guaguita. Si a tu suegro le gusta el fútbol nunca cometas el error de decir antes que él cuál es tu equipo favorito. Si papá es fanático de Colo-Colo, le cantas completo el himno y afirmas que estuviste en la final de la copa libertadores a sólo cinco puestos de él; por otro lado, si tu suegro es hincha acérrimo de la U, no dudes en narrar cuánto lloraste mientras el equipo azul descendió a segunda y cuenta con entusiasmo y alegría el día en que el bulla obtuvo el campeonato después de 25 años. Si por arte de magia Pinochet se convierte en tema de conversación no te desesperes en aclarar tu afición política, espera un par de segundos para escuchar los halagos o puteadas para Augusto. Si oyes lo primero defiendes la obra de “tu general” y justificas la muerte de tantos “comeguaguas”; en cambio, si lo que escuchas es groserías al enunciar el nombre del dictador, recuerda con nostalgia el ataque a La Moneda y sacas al Che Guevara que llevas por dentro. Si ves muchas imágenes de Dios en las paredes de la casa de tu novia, ofrécete amablemente para acompañar a tu suegra a misa el día domingo y dices que tú quieres tener el honor de dar las gracias por los alimentos antes de cenar; si la cara de la moneda es otra, lanza a diestra y siniestra chistes negros y oscuros sobre el credo católico. Sin embargo, trata de evitar los temas de fútbol, política y religión, puesto que te pueden sumergir en un pozo de arenas movedizas del cual nunca podrás salir a flote en lo que dure tu relación con la chiquilla en cuestión.

-Continuará-