lunes, 25 de diciembre de 2006

I don´t feel good

Se extinguió la voz que decía que todo estaba bien.


Queda su herencia. Un rico legado de funk y soul que no para de sonar. Además, sentó las bases del movimiento que hace girar mi mundo día a día. Por eso. Gracias Maestro.

jueves, 21 de diciembre de 2006

Liz Taylor

Días antes había imaginado este día. Le dije a mi papá que mucha gente saldría a celebrar a las calles. Nuevamente el pueblo se tomaría la ciudad y la llenaría de colores, fiesta y alegría. Mientras otros llorarían la muerte afuera del Hospital Militar, de la Escuela Militar y de todo lo militar posible.

También salí a las calles. No fui a plaza Italia porque era muy lejos y tenía una caña tremenda. Apenas supe de su muerte me preparé un ron y me lo bebí casi al seco. Estoy feliz. En la esquina de mi casa le decía a los automovilistas que tocaran su bocina. Estaban tan felices como yo. Otros me insultaron. Soy feliz con su muerte.

Página12 tituló: "¿Qué habrá hecho el infierno para merecer esto?". Si existiera el infierno hasta Satanás tendría miedo. Todos sabemos que el hijo de perra apuñala por la espalda, y no creo que Lucifer se hubiera salvado.

Pensé en ir a verlo a la Escuela Militar. Quería reírme en su cara regordeta y muerta que estaba en el ataúd. En El Clinic dijeron que había muerto Jabba The Hutt. Felipe Avello dijo que murió El Globito. Para mí murió el hijo de perra.

Al otro día compré todos los periódicos. Los leí al revés y al derecho para saber hasta lo más mínimo de la muerte del hijo de perra. Después de leerlos los guardé en bolsas de plástico tipo Ziploc. Quiero mostrarle a mis futuros hijos la alegría que tuvo el país el domingo 10 de diciembre del 2006. A las 14:15 el país se iluminó cuando murió el hijo de perra. Sí. Estoy feliz con su muerte. Sí. Salí a celebrar sin ningún pudor. Murió un asesino. Hay que celebrar su desaparición de la faz de la tierra.

Un compañero de curso le dio la noticia al mundo de la muerte del hijo de perra. Fue el primer periodista en enterarse del fallecimiento. Él nos dio la noticia que como dijo mi profesor de cine: Esperábamos desde hacía 91 años. Según lo que me contó mi compañero, que quedó en la historia, leía el comunicado del Hospital Militar sin saber del notición que daría. Estaba al aire cuando llegó ese comunicado bendito. Me contó que primero dijo que había muerto el ex-general... bla, bla, bla. Pero después cuando se dio cuenta de la magnitud de la noticia y ciñéndose al lenguaje radial de la repetición dijo que murió el ex dictador. Me dijo que apenas salieron esas palabras de su boca una vieja loca le tiró agua por denostar a su general. Pamplinas. Se murió el ex dictador.

Estoy feliz.
El lunes 11 de diciembre el sol alumbró más fuerte que nunca. Y seguirá alumbrando con más fuerza todavía. Pero como leí en El Clinic ayer: "Perro Muerto. Se fue sin pagar". A lo que Benedetti respondería: "La muerte le ganó a la justicia".
Pero ya. Está muerto y no nos puede volver a molestar. Sigamos celebrando.