Siempre pensé que Charlotte era mi favorita, pero Sergio Paz abrió mis ojos y me hizo comprender que la verdadera heroína es Miranda:
La suma de todas las mujeres
Por Sergio Paz
Todas las mujeres quieren ser Carries (o Samanthas), pero tarde o temprano se dan cuenta de que mucho mejor es ser Mirandas. Por eso me gusta. No pierdes el tiempo con ella. Desde un principio sabes que Miranda será Miranda a los 40, a los 70. Seguro que por eso el casting para ella resultó tan bien. Miranda tenía que ser colorina y de ojos verdes. O sea debía, ser tan gatúbela como rara y misteriosa. Si juntáramos a varias féminas y les preguntáramos con qué características de las chicas se sientes identificadas, la mayoría marcaría lo que hace que Miranda sea tan deliciosamente Miranda: cínica, conservadora, ambiciosa, segura de sí misma. Amante no del amor, sino de la familia. Repasemos "Sex and the City". ¿Quién evolucionó más en la serie? Pues Miranda. Ella no sólo fue la primera que compró departamento, tuvo novio y luego un hijo, sino también la que más rápido pasó de la tardía adolescencia a la desequilibrada adultez. Para Miranda, por ejemplo, la moda nunca fue seguir las últimas tendencias, sino, ir bien vestida al trabajo. ¿Vieron alguna vez una chuchería en el departamento de Miranda? Cuento aparte es su profesión. Abogada. Es cosa de hacer la lista: las sicólogas aburren, las doctoras dan miedo, las profesoras agotan. Las abogadas, en cambio, siempre están listas para litigar. Con una abogada nunca terminarán en llanto o histeria desatada. A lo más una separación. Y aquí ya entramos derechamente en el terreno Steve, el novio de Miranda. Él sabe que detrás de la armadura de Miranda hay una mujer dulce que sólo quiere amor. Además, me gusta Miranda porque se parece a mi mujer. Pesada pero dulce, neurótica pero contenida. Seamos sinceros. ¿De qué se trata "Sex and the City"?. Pues de cómo las mujeres se transforman en Miranda.
Completamente de acuerdo con el Sr. Paz.