viernes, 20 de junio de 2008

Súper 8

Después de reírme a mandíbula batiente con una conversación múltiple de messenger, en la cual molestábamos sin contemplación alguna (típico de TEP) a un amigo por su curiosa relación con la mítica y clásica golosina llamada Súper 8, partí al negocio más cercano y compré un par de dulces. El asunto es que llegué a mi casa y repetí el ritual que por años me ha acompañado en la ingesta del delicioso Súper 8.

Como es común saco de su envoltorio a la barra cubierta de chocolate. Y ahí es donde comienza la manía. Cuidadosamente capturo la primera capa del Súper 8 y la retiro hasta lograr ver la mísera cantidad de crema que trae. Sin embargo, omito tal preocupación y sigo detenidamente desprendiendo al dulce de sus casi 5 capas que lo componen hasta dejarlo reducido en una delgada línea de golosina cubierta de chocolate. Y ahí murió.

Paso a paso:














































No hay comentarios.: