domingo, 1 de enero de 2006

La ambición

Miro por el espejo retrovisor y veo un pasado teñido de rupturas, decepciones, engaños e idealizaciones. Las luces que se reflejan en mis ojos impiden ver la silueta que camina hacía mi, perdiéndose así entre los grados de alcohol que conducen mi vida. Copiloto insaciable que llama a la desinhibición amatoria y al escupitajo de palabras no filtradas por el raciocinio. ¿Pero dónde estás?. Esa luz no alcanza a despejar la oscuridad de mi soledad. Te necesito al lado. Quiero ver películas un domingo por la tarde abrazado a ti. Necesito leer mensajes de texto que digan “Te amo”. Sueño con ver tu foto en el velador que descansa en mi pieza. Me es necesario estirar la mano para prender tu cigarrillo después de haber recorrido tu cuerpo. Quiero bailar con una mujer deseando que esa mujer fueras tú. Quiero que cocinemos juntos ese arroz con ensaladas. Sería feliz viéndote dormir en mi cama. Quiero responder “sí” cuando me preguntan si estoy enamorado. Sólo quiero escuchar como fue tu día, maldiciendo dentro de mi el no haber estado junto a ti. Quiero paralizar el tiempo cuando estoy contigo, rezar al dios cronos y pedir que haga eterno los momentos que siento tus caricias. Todo eso quiero. ¿Pero quién eres?. ¿Dónde estás?. Ya te voy a encontrar.

1 comentario:

nata dijo...

mmmmm....aveces me siento igual que tú...y creo que esa ambición derrepente es necesaria