lunes, 6 de junio de 2005

Me carga levantarme temprano

Después de casi 4 semanas de movilizaciones hoy lunes volví nuevamente a clases. Y esto me llevo a pensar que otra vez caí en la rutina. Ese maldito hábito de hacer las mismas cosas todos los días y que a la larga terminan alienando al ser humano. El escuchar el sonido del celular mientras tus tibias sabanas te ruegan no abandonarlas, mirar todavía con los ojos medios nublados la hora en tu teléfono movil y percatarte que sólo son las 06:30. De mala gana levantarte a prender el califont, porque sino te duchas no funcionas, abrir la puerta del baño y mojarte la cara para afeitarte (al menos dos veces por semana) y después dejar que el agua caliente de la ducha toque tus manos para no quemarte. Respiras y ves como sale vapor de tu boca e imaginas el frio que sentirás más rato luchando contra las ganas de seguir durmiendo y terminar ese sueño inconcluso que el ruido de tu celular mató en la mejor parte. Ya bajo el agua tibia de la ducha te enfrascas en otro conflicto al negar la salida de tu cuerpo de aquel chorro liquido que te devuelve el alma.

Ya de vuelta en tu pieza prendes la tv para ver como se comportará el tiempo y no hacer el loco llendo con parka en la mañana y pasaer toda la tarde ese bulto por el calor que el día te brindó. Prendes la hervidor electrico (no cambio la mítica tetera) con la medida justa para un revitalizador tazón de té. Seleccionas las noticias de Canal 13 por la presencia de Carolina Urrejola al mismo tiempo que tiras mantel e individuales sobre la mesa. Eliges la palta más saludable y la faenas tal como a ti te gusta escuchando el hervir del agua. Tomas tu querido tazón con su respectiva bolsa de té en la mano izquierda, ya que en la mano derecha llevas el endulzante y un vaso de agua. Sacas la fuente donde comes cereal y abres el refrigerador para tomar tu leche semi-descremeda. Maldición, no te queda leche semi-descremada obligado a robar un poco de leche descremada a tu mamá, aunque el sabor sea la leche con menos sabor a leche que exista. Cereal y leche se unen en tu fuente listos para ser devorados. Juegas con la cuchara y hundes el cereal. Llenas 3/4 partes de tu tazón con agua caliente y el resto lo completas con agua helada... nunca te gusta tomar cosas muy calientes (Siempre hay excepciones claro está). Comes tu pan con palta y bebes tu té, en tus oidos entran las mismas noticias que viste anoche. Ahora atacas cereal y te pareces a un perro comiendo Doko. Lavas tus dientes, agarras tu mochila, tu pase y cuelgas tus audifonos del cuello con una selección de música muy bien elegida. Mentira !, siempre agarras cualquier disco.... mientras no sea el del día anterior. Vas a darle un beso a mamá, aunque ella esté durmiendo y cuando abres la puerta recibes una cachetada de frio en tu cara. Después piensas... "¿Por qué chucha queda tan lejos la U?".
En fin... me carga levantarme temprano. Funciono mejor de noche.

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