El miércoles pasado la selección chilena jugaba su segundo amistoso en esta fecha FIFA. Cabe recordar que en el primer cotejo la "Roja" cayó inapelablemente 4-0 ante Brasil, en Gotemburgo, Suecia. Esta vez debía reivindicarse con su público y vencer al combinado de Costa Rica en el estadio Fiscal de Talca. Lo único malo es que el partido era a las 22.00 horas y yo estaba en el diario. A las 21.00 me quise escapar y mi editor me dijo: "Usted quédese para que ayude con el partido". Fuck. El encuentro terminaría a las 00.00 y por lo menos estaríamos escribiendo hasta las 01.00. Fuck de nuevo.
Sin embargo, sucedió un hecho inesperado. Porque informaciones provenientes de Buenos Aires indicaban que Diego Armando Maradona era internado en una clínica, debido a una descompensación, según indicó su médico de cabecera. D10S estaba en peligro de muerte. Mi editor sabe de mi fascinación por el "10" y de inmediato me sacó del partido y me puso a trabajar de lleno en el caso del "Pelusa".
Pero cuando Diego estuvo al borde de la muerte hace un par de años, quise que muriera. En ese entonces pensaba que era la mejor forma de morir para un grande como él, una sobredosis de droga debía acabar con su vida, tal como el rockstar que es. Debía estar a la altura de Elvis Presley, Jim Morrison, Janis Joplin, Kurt Cobain, Jimi Hendrix y tantos otros. Transformarse en un anti-ícono que las madres detestarían mientras ven a sus hijos con la cara del "10" pegada a sus pechos. Ese era el momento oportuno para que el verdadero "D10S" nos mirara desde el cielo y nos diera su aprobación futbolística. Obviamente resucitaría a los 90 minutos cuando el partido ya haya acabado y nos daría consejos de cómo patear un balón.
No obstante, ahora no quiero que muera. Me fascina verlo gritar con alevosía los goles de Boca desde su propio palco, me gusta verlo con esa gorra tipo militar y un habano en la boca. Me gusta escuchar cuando despotrica contra Bush y muestra su tatuaje del "Che" en el brazo.Diego... si mueres... tal como dice la leyenda... sé que resucitarás.

