Personas

Llegué. Así es, ya estoy de vuelta en casa. Una gran aventura quedó en el camino, los senderos que recorrí ya son parte del pasado, pero base fundamental del futuro. Al plantearme este viaje en solitario por parajes argentinos y brasileños, en mi mente se escondía la intención de conocer ciudades llenas de vida, de estar en esos monumentos que sólo ves en postales, de visitar sitios que gallinizaban tu piel, sólo de estar ahí. Pero mi gran sorpresa fue que lo más importante de mi viaje no fueron los lugares donde puse mi presencia, sino más bien las personas que acompañaron mi caminar. Todas las personas dejaron en mi un poco de su país, de todos aprendí pinceladas de su tierra y gracias a ellos me nutrí de nuevas miradas. España, Francia, Colombia, Israel, Italia, Suiza, Canadá, Ecuador, Perú, Argentina, Chile, Austria, Alemania, Estados Unidos, Gales, Chipre, Escocia, Suecia, Finlandia y Brasil son los hogares de las muchas personas que desfilaron ante mis ojos. Con muchos de ellos compartí un buen trago, fumé una buena yerba, probé alguna exótica comida o entablé una interesante conversación.
Todos marcaron algo en mi, todos hicieron ver algo con otro lente, todos me enseñaron cosas nuevas. Ciertas personas más que otras obviamente, pero a la larga todo fue muy enriquecedor. Quizás recorrí muchos lugares, pero esos lugares serían vacíos sino al verse con dos ojos solamente.
Doy gracias por atreverme a viajar solo, y doy muchas más gracias por haberlos conocido a todos. Gracias.

Poco a poco desmenuzaré a todos los personajes.