lunes, 12 de septiembre de 2005

Asunto: (ninguno)

Tengo tantos temas en la cabeza que no sé de cuál escribir. Mi idea era que el texto se escribiera sólo con el pasar de las palabras por enfrente de mis ojos, pensaba que se podía hilar una tesis o una historia por generación espontánea. Las dos y treinta dos de la mañana del día lunes y sigo despierto, sentado frente a la hoja en blanco virtual que mi amado y odiado computador me ofrece. Riéndome de mis lecturas obligatorias dominicales donde columnistas irónicos, ácidos, sarcásticos (no es lo mismo que irónico) hacen mantener pasivos a mis músculos faciales. Porque una vez leí que cuando alguien llora mueve la mayoría de los músculos presentes en la cara, en cambio cuando uno ríe sólo ejercita dos o tres. Entonces la enseñanza que nos deja esta oración mamona es que economicemos esfuerzos y minimicemos el movimiento de nuestro rostro. Cosa que va en contra de nuestra salud. Ya que es sabido que la falta de actividad física y sedentarismo es una de las principales causas de obesidad, sumado a esto una pésima alimentación. Y obviamente no queremos parecernos a la sociedad yankee (bueno... algunos si lo quieren hacer), una masa de personas obesa y con altas tasas de trastornos al corazón producto de su mala condición física. Hoy también leí que los niños de nuestro país (¿el país es de nosotros?) residentes en Puerto Montt o en alguna ciudad muy austral son los más gordos de Chile. Todo por vivir en un lugar donde el frío los conmina a quedarse resguardados dentro de sus calientes casas y pegados delante del televisor o la pantalla de computador con una rápida conexión a internet (¿alguien se sintió identificado?). Bueno por último que sean unos guatones que vean buena televisión y saquen provecho de la herramienta global de comunicación. Esperemos que no sólo vean las teleseries, los seudos programas juveniles donde sólo bailan y cantan, programas del corazón, noticias de mega o canal 13. Y ojalá que no sólo se dediquen a ver pornografía, hablar por messenger, navegar por los fotologs, descargar reggeaton o la música de rojo. Sólo recemos (¿yo rezar?). En todo caso yo también estoy gordo, como también muchos de mis amigos. ¿Qué nos habrá pasado?. Antes éramos tan buenos deportistas, no tan adictos a la cerveza, no se compraban películas tan baratas, no nos vemos sólo para beber... bueno... eso nos pasó. Anoche después de un ron dorado me acosté con la cabeza dando vueltas y no podía dormir tranquilo, porque pensaba en ese maldito ringtone de mi teléfono. Quería que sonara. Despertaba y veía si tenía alguna llamada perdida que mi estado de ebriedad no alcanzó a percibir. Sólo observaba los números plomos que me indicaban la hora. Antes de cerrar los ojos eran las 04:57, después fueron las 06:32, posteriormente vi que decían las 07:58, al rato observé las 09:12 y cuando por fin logro desprenderme de esa manía por tomar el celular suena el maldito artefacto (siempre quise utilizar la palabra “artefacto” en alguna oración, así me puedo asemejar a Nicanor. Suena tonto, lo sé). Contesté rápidamente y para mi mala fortuna era número equivocado. Voy a mantener en reserva la voz que deseo escuchar, esa misma voz que me prometió llamar y todavía no lo hace. Me carga esa mala costumbre que tenemos los chilenos de comprometernos con ciertos hechos y nunca los cumplimos. Lanzamos las palabras al aire confiándonos en que nuestro receptor es tan desmemoriado o descomprometido como nosotros. No nos importa en lo más mínimo la promesa pactada segundos antes y ésta se desvanece al instante que las palabras escapan de nuestra boca. En este punto me detuve a leer lo que llevo escrito y me doy cuenta que no tienen ningún hilo conductor lógico, son sólo las cosas que se me venían a la mente mientras iba escribiendo. Todos los temas que tenía pensado desarrollar pasaron a un segundo plano y se impuso la improvisación mental y absurda. De otra cosa que me di cuenta es que abuso mucho de los paréntesis y las preguntas. Maldito vicio mío ese. Chao pescado. No sabía que titulo poner en esta entrada, y se me ocurrió que quizás sería certero titular esto como “Asunto: (ninguno)”. Al igual que esos correos de hotmail en los cuales uno no pone el asunto a tratar en el mail, por lo tanto la configuración del servicio determina que el asunto es ninguno. Me siento mediocre al explicar el por qué titulé este texto de esa forma. Pero bueno lo titularé y listo. Me estoy dando cuenta que es demasiado difícil dejar de escribir cuando materializas las palabras que estás pensando sin ningún filtro alguno. Así que para mi será más sano dejar de escribir en este momento... ahora !.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ocurrió algo así… Inicia sesión ZONORO… Su nick hace alusión a esta web… Tengo que escribir un ensayo, para variar no sé de qué, para variar JUSTO AHORA no tengo ganas de escribir, para variar me meto en el computador a ver si se me cruza un tema interesante… Y ahí, justo ahí leo: www.diegonomas.blogspot.com en esas ventanitas emergentes del msn… -puta este weon escribe bacán-… y aquí estoy… te dejo un saludo aquí en este mensaje y no otro porque aún no sé de que cresta voy a hacer el ensayo de repente pongo “asunto: ninguno” jajaj nop… pero por lo menos ya me dieron ganas de escribir… y eso gracias a que tu escribís bacán… No sé en que influye, leer algo bien escrito en “mis” ganas de escribir: PERO INFLUYE.