martes, 14 de junio de 2005

Bombas en movimiento

Una pequeña narración que me pidió que escribiera mi amigo Perro Juan a.k.a. 24K.

Bombas en movimiento

Cuando el día desaparece y el manto nocturno se apodera del cielo capitalino los escritores recargan sus mochilas con las armas para el bombardeo sobre la ciudad. Las principales victimas: microbuses dejados a la intemperie por sus conductores. Armatostes recubiertos de color amarillo pasaran a la historia y ahora serán vistos como piezas de arte en movimiento. Con el armamento en la espalda, con las manos limpias, con el ruido que hacen las latas de spry se encaminan a atacar. El frío y la oscuridad de la noche mimetizan las intenciones de los bombarderos, mientras el corazón late a mil por hora y las ansías por descargar la artillería se hacen cada vez más insoportables. El ojo agudo del escritor descubre el objetivo al cual se abalanzará, una micro parada en medio de la noche sin ninguna protección y totalmente indefensa. Un recorrido por los alrededores sirve para tantear el terreno buscando así los posibles caminos de escapatoria por si se llegara a abortar la misión. Y ahí está. Un microbús limpio que espera pasivamente su turno de transformarse en una obra urbana. Al igual que los pintores observan detenidamente la tela para dar inicio al trabajo. De la mochila se extraen los primeros aerosoles para así comenzar la faena, al mismo tiempo muchas imágenes pasan por la cabeza, ya sea la pieza terminada o lo que significa ser sorprendidos y apresados con las manos en la pintura. De esta forma la adrenalina recorre cada rincón de tu cuerpo, puesto que la ley tipifica que el daño a la propiedad privada te puede llevar a pasar 5 días bajo la sombra y pagar la fianza que el tribunal te imponga, por eso un mínimo de desconcentración o una raya de más puede cambiar el sentido final de la osadía.

Con los ojos mirando el desarrollo del trabajo, como así también cualquier imprevisto que deje la pieza a medias se continúa con la labor. Poco a poco el microbús adquiere otra estética, ventanas y cuerpo se conjugan en un sólo lenguaje y el opaco color amarillo se pierde bajo los nuevos trazos y tonos dados por los bombarderos. El ataque se puede ver desde el techo hasta las ruedas, no hay rincón que se salve de las manos y talento de los asesinos de la calma nocturna. Con gran parte de la bomba desplegada se comienzan a afinar los detalles eligiendo el color preciso para lanzar el outline dotando a la obra de un toque personal, cuando la única compañía son los perros callejeros y las miradas de seres sonámbulos escondidos bajo la luz de las estrellas. Después de regalar un nuevo panorama visual a la ciudad los ejecutores de tal proeza observan como nuevamente invadieron el apacible color del transporte público e inmortalizan este momento presionando el botón de su cámara. Retirándose a casa conformes, con la misión cumplido y sin ninguna baja.

Lamentablemente para el chofer cuando suena su despertador ya es muy tarde. No significa que vaya a llegar atrasado a su trabajo, sino más bien observa con rabia como el mínimo descuido de su maquina significó entregarla en bandeja a los bombarderos que no perdonan ni una. Así, el mismo chofer es el encargado de exhibir por toda la urbe el ataque indiscriminado de escritores ávidos por tapizar cualquier micro. Conductores... tengan cuidado, los bombarderos siempre los están observando.

1 comentario:

urbano.serg dijo...

Quizá en un tiempo apoye el ataque indiscriminado a paredes, basureros, locomoción colectiva, carteles, señalización, etc, cualquier infraestructura pública era un lienzo en potencia.
Pero finalmente crecí. "Cuando era niño pensaba como niño, jugaba como niño, actuaba como niño, cuando crecí deje de lado las niñerías"... para dar paso a cosas más importantes.
En estos años de estudio, he concluído que el buen estado del transporte público de una urbe, determina entre muchas cosas; una parte de la calidad de vida de las personas, la cantidad de visitantes que llegan, lo que representa un dato no menor hablando de Santiago (SCL),y en gran medida el nivel de estres de los habitantes de una ciudad...por ejemplo el amarillo es un color fuerte estresante, que nos pone en alerta y que sumandole rayas y dibujos que para el ciudadano común son indecifrables, podrían dar explicación a la violencia sin motivo (en parte)de algunas personas...


weas que se le ocurren a uno...
ahi te vezzz..
aa juii yo SeRg (BaBooooooM)